Escribir poesía es un acto de fe, una necesidad vital de compartir la energia del universo, esa energia que no registran los contadores geiger pero que anima el cosmos. Escribir poesia es organizar conciertos en un mundo de sordos o intentar vender oleos en el pais de los ciegos, solo las almas sensibles son capaces de captar esas vibraciones y transformarlas en arcoiris y en etereas sinfonias, nadie quiere editar poemarios pero sin poesía, la vida seria una mala pelicula, muda y en blanco y negro.
El poeta actual debe ser escritor, editor, empresario y publicista, un místico de la pluma capaz de vivir del aire y regalar su tiempo a un mundo incapaz de agradecerlo. "Podrá no heber poetas, pero siempre habrá poesía", pero quizas ya no quede nadie capaz de darse cuenta.
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