jueves, 25 de enero de 2024

PLACERES AÑEJOS

 


Mis familiares, mis amigos, me preguntan -¿para que quieres almacenar miles de vinilos y DVD cuando puedes escucharlos y visionarlos en la red?-
Y yo les respondo: Por las mismas razones que un sommelier atesora millares de botellas en sus bodegas dejando que el padre Cronos extraiga sus mejores aromas, sabores y texturas y los haga únicos.
El tiempo arruina lo mediocre y mejora lo inmejorable, disfrutar un vinilo, degustar un vino añejo o rememorar un clásico del séptimo arte es algo que nunca conseguirás en el super, en Netflix  o en Spotify.
Cuando tomo entre mis manos un vinilo, lo acuesto sobre el plato, acaricio su portada y dejo que la aguja le extraiga gemidos de placer estoy disfrutando de  un acto de amor irrepetible, un orgasmo sonoro fuera del alcance de las viagras digitales.
He recibido ofertas tentadoras por mi colección de “Singles” y LP, pero por suerte, todavía hay muchos placeres que el dinero no puede comprar, y este es uno de ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario